En la incipiente mañana rociada de miel
el sol se descolgó por la ventana
para irradiar de luz y energía
tu cuerpo jugando como serpiente
Cuando la tarde se arrojó presurosa
en los brazos que alentabas invitar
el sosiego del contorno candoroso
se aferró a tus desnudas caderas
Fue la noche con su magica luna
la que me delató espiando tu almohada
para recuperar de tu boca,
los besos que ayer me prestaras.
RAT 19/01/2012